Ariana Solorzano
Es muy común en nuestros días escuchar a las personas quejarse sobre la “burocracia” y con cierta concordancia de palabras asistimos con la cabeza, pero no analizamos nuestras palabras, pensamos que lo que escuchamos está bien y así nos conformamos.
El punto
es, que no es de esta forma en que debemos referirnos a las élites que obstaculizan
y entorpecen el proceso correcto de las funciones, por ejemplo en la
administración pública.
Es
habitual la diversidad y complejidad de las normas en las que se apoya la
administración pública, pero en cambio el burocratismo se empeña en privilegiar
a unos pocos, es decir, las élites que siempre querrán imponer sus formas,
métodos y decisiones a través del poder.
Pero más
allá de eso, ¿Cómo lo derrotamos? es lo que siempre pensamos como seres que
luchamos día a día para seguir impulsando el proceso revolucionario.
Para
encontrar una fórmula idónea que nos ayude a contrarrestar el burocratismo es
sumamente necesario pensar en las posibles y fundamentales causas de su
existencia y permanencia en nuestra sociedad venezolana. Desde luego no deberíamos
de jerarquizar dichas causas ya que cada una es tan importante como las demás.
Sin establecer
dicho orden y haciendo una observación detallada, percibimos que entre la falta
de respuesta correcta y oportuna, se encuentra como posible causa la falta de
sensibilidad por parte de servidores públicos que no hacen honor al término
basado en el deseo de servir a otras personas, sino que encuentran satisfacción
en conformarse por el cobro de su salario solamente. Es por ello que no prestan
un servicio eficiente y eficaz para quien lo necesita, ponerse en el lugar de
otro es menester.
Por otra
parte, la sensibilidad, la capacidad y el reconocimiento de las funciones va
aunado al verdadero compromiso revolucionario que se tenga, ya que sin ideología
no se transforma una sociedad. La falta de humanismo en esos casos, es producto
de la cultura capitalista impuesta por años en nuestro país y que para lograr
romper con esos esquemas es necesario implementar acciones que fortalezcan las
relaciones humanas desde y para todos los estratos sociales.
El
trabajo voluntario debería enfocarse también al desarrollo del conocimiento técnico,
no sea visto como una obligación ni tampoco como una pérdida de
tiempo y dinero. De modo que, el aparato estatal logre cumplir las metas y objetivos señalados
en la Ley de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2013-2019).
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