lunes, 9 de febrero de 2015

Burocratismo aniquilante



Ariana Solorzano

Es muy común en nuestros días escuchar a las personas quejarse sobre la “burocracia” y con cierta concordancia de palabras asistimos con la cabeza, pero no analizamos nuestras palabras, pensamos que lo que escuchamos está bien y así nos conformamos.

 

El punto es, que no es de esta forma en que debemos referirnos a las élites que obstaculizan y entorpecen el proceso correcto de las funciones, por ejemplo en la administración pública. 

Es habitual la diversidad y complejidad de las normas en las que se apoya la administración pública, pero en cambio el burocratismo se empeña en privilegiar a unos pocos, es decir, las élites que siempre querrán imponer sus formas, métodos y decisiones a través del poder.

Pero más allá de eso, ¿Cómo lo derrotamos? es lo que siempre pensamos como seres que luchamos día a día para seguir impulsando el proceso revolucionario.

Para encontrar una fórmula idónea que nos ayude a contrarrestar el burocratismo es sumamente necesario pensar en las posibles y fundamentales causas de su existencia y permanencia en nuestra sociedad venezolana. Desde luego no deberíamos de jerarquizar dichas causas ya que cada una es tan importante como las demás. 

Sin establecer dicho orden y haciendo una observación detallada, percibimos que entre la falta de respuesta correcta y oportuna, se encuentra como posible causa la falta de sensibilidad por parte de servidores públicos que no hacen honor al término basado en el deseo de servir a otras personas, sino que encuentran satisfacción en conformarse por el cobro de su salario solamente. Es por ello que no prestan un servicio eficiente y eficaz para quien lo necesita, ponerse en el lugar de otro es menester.

Por otra parte, la sensibilidad, la capacidad y el reconocimiento de las funciones va aunado al verdadero compromiso revolucionario que se tenga, ya que sin ideología no se transforma una sociedad. La falta de humanismo en esos casos, es producto de la cultura capitalista impuesta por años en nuestro país y que para lograr romper con esos esquemas es necesario implementar acciones que fortalezcan las relaciones humanas desde y para todos los estratos sociales.

El trabajo voluntario debería enfocarse también al desarrollo del conocimiento técnico, no sea visto como una obligación ni tampoco como una pérdida de tiempo y dinero. De modo que, el aparato estatal logre cumplir las metas y objetivos señalados en la Ley de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2013-2019).

Sobre la escritura...



        

Ariana Solorzano

         En el proceso para la elaboración de un escrito, bien sea un artículo o noticia en el campo de la comunicación social debemos manejar ciertos códigos éticos como la veracidad al exponer algún hecho, el equilibrio e imparcialidad.

           Siendo como principios generales de la profesión el compromiso u obligación que tiene este para el desarrollo de la sociedad, pero no tan solo como una gran masa sino también del individuo como parte fundamental de la sociedad, tambien es cierto que el periodista tiene derechos como cualquier otro ciudadano y que este en su campo hará respetar la libertad de expresión y el derecho a la información, estas normas afortunadamente se encuentran consagradas en la Constitución.
 
        Sin embargo muchas veces vemos como se maneja de forma tergiversada dichos conceptos para justificar agresiones u omisiones. Es por esta razón que el comunicador social va mas allá de lo que es un periodista, tiene conciencia de que se debe al pueblo e interactúa con este como sujeto activo que es.

            Es así, como vemos en la titulación, desde el primer momento con el escrito, si este es irónico o no, informativo, entre otros y también, si hacemos buen uso de la crítica nos daremos cuenta que muchas veces una información puede ser manipulada por simples pero a la vez complejos cambios de palabras, es decir, no es lo mismo escribir: “se rompió la cabeza” a “le rompió la cabeza”,  lo primero evoca a un accidente o quizá una imprudencia pero lo segundo nos hace pensar en algún culpable.

         Es también de mucha importancia el buen uso del lenguaje para los diferentes escenarios y/o usuarios, por ejemplo, un mensaje dado en un lenguaje técnico para un periódico comunitario puede que no sea interpretado con exactitud y hasta pueda producir rechazo o aversión por no comprender lo que se dice, otro ejemplo es el mal uso del lenguaje rallando en lo vulgar, grosero y poco profesional, dado a que el comunicador debe contribuir al desarrollo de la sociedad y no al atraso.

            No debemos pasar por alto estos detalles en el momento de la escritura pero tampoco en el de la lectura, seamos analistas de la información que percibimos, decodifiquemos las matrices de opinión, motivémonos a escribir, dialogar y opinar. Sigamos en la construcción de una comunicación participativa y protagónica verdaderamente democrática.